
Vacaciones, si vacaciones al fin y eso…
O poco más que eso, el lugar da igual: el verde sur, la solitaria playa o el cuarto oscuro al fondo de la casa (grande) donde no llega el ruido, donde nada me toque para soñar con él o con alguien más palpable… puede dar lo mismo… talvez no y está vez quiera soñar sólo con él, para no sentirme sola y herida…
La soledad es un fracaso, dice mi madre… quizás tenga razón… pero no debo olvidar que también fue un triunfo alguna vez.
Desconectarme de la sordidez de mis pensamientos, de la frivolidad de mi alma, desconectarme del dolor ajeno que a veces tanto me incomoda (nunca ha sido cómodo para mi conmoverme), olvidar que existe alguien más que yo en este mundo, yo y el hombre de mis sueños… Volver a ser niña y exigir afecto, sin culpas… volver a ser niña y llorar por las heridas en las rodillas, aunque ahora las heridas se sitúen un poco más adentro de la piel.
Vacaciones y que?… la primavera se olvido que debía venir y las nubes siguen ocultando al sol… (Y yo que le debo unos saludos)
Sola yo… y el mar, en este día gris… La catarsis de los sentimientos
Vacaciones, si esperadas y sin sentido, sin lugares, sin aromas, sin colores… sólo el descanso… La vida sólo pide y poco entrega…
Te quiero ¿lo sabías? Y talvez me gustaría invitarte a soñar conmigo, a viajar lejos, allá donde mis ojos se pierden en el horizonte, a no querer volver… a perdernos y desaparecer… Pero nosotros sabemos…
Sigues en mi corazón… Puedes volver cuando quieras… Cada vez que quieras..