Julio, 12 de 2008
Un año otra vez… es que no lo ves??
Creo que decía una vieja canción ochentera, que si mal no lo recuerdo llevaba por nombre “Tarado de cumpleaños”… (La mala memoria me juega chueco, pero no importa)…
Extraña la manera en que la vida parece que se estancara, pero los días como este nos refriegan en la cara que el tiempo vuela y cada vez tenemos menos tiempo y más proyectos sin cumplir.
No apagué las velas, por lo tanto no pedí ni un solo deseo… no quería nada, pero si recibí muchas cosas hermosas y aún así el vacío seguía inundando mi corazón… el vacío y el pánico horrible de saberme a escasos pasos del “cambio de folio”…
Lo mismo de siempre… todo tan igual… mi alma se aleja en silencio se diluye en el humo que desprende mi cigarro y se va con el aire, todos hablan, todos ríen, todos beben y/o fuman… y mi alma se desprende y se pierde en el infinito… corre hacia tu abrazo, llora en tu regazo, te dice todas las cosas que he olvidado decir, se queda en tu calor, se anida en ti…
Llévame contigo que hoy no quiero volver, ya sabes cual es mi pena en estos días… déjame cerrar la puerta y no ceder…
Y esa voz saliendo de mis penumbras me trae de vuelta de golpe… el aroma de una inmensa y hermosa rosa roja, golpea mis sentidos… Volver para encontrarlo escondido tras una sonrisa… un par de palabras cursis, un guiño…
Si, estoy aquí, estoy contigo… sostengo una rosa en mi mano y sonrío (no puedo evitarlo)… Entonces el mundo se detiene, todo se calla… tú y yo vivos… tus manos tibias, tus ojos clavados en los míos… Un deseo, eso es.. Mi deseo… el que no se había cumplido.