domingo, 28 de octubre de 2007

Las cosas que nunca le diré...


“Las cosas que nunca te diré, saben a mentira… pero siempre, al final son más reales que todo”

Otro domingo, amarillo y triste. Otro absurdo domingo tirada en mi cama. Colgué un cartel en el teléfono, que dice que el peso de mi existencia no me permite atender llamadas. Pero insiste en sonar; la ignorancia no aprendió a leer.
Vuelvo a vaciar el cenicero, por quinta vez… vuelvo a llenar el vaso. Mi mente trata de encontrar la razón o la suma de factores… pero ya no está en condiciones y el alcohol que hace torrentes en mi sangre, sólo me confunde más.
Hace tiempo que pasaron los domingos llenos de actividades, que estrujaba y estiraba al máximo y ahora sólo son el día de mi egocéntrica muerte.
Hoy ya no queda nada de esa princesa en zapatos de cristal, bailando un vals en tu palacio…
Esta soy yo, ¿A quién quiero engañar?... Esta media mujer, media dormida o media muerta, media dolida, a medio día, en pijama… tan sola y tan herida.
Me esfuerzo en descubrir a quien odio más, si a la “yo” de lunes a sábado: rodeada de gente, llena de ocupaciones y compromisos, sonriendo eternamente o a esta… sumergida en la tina, para probar si aún puedo regalarle algo de humanidad a mi cuerpo.

En fin, es otro domingo… infinito, lento, solitario y triste… Charly me confiesa al oído, que el también muere los domingos, pero los lunes siempre se siente bien. ¿Qué sea primavera o invierno, no es un factor importante?... No, no lo creo…

sábado, 20 de octubre de 2007

Lo que no somos... yyt

Siempre existieron dos caminos, el tuyo y el mío... Siempre dos maneras de amarnos ¿Por qué decidimos quedarnos en esta dificil mitad?.
No hay nada en ti para mí y eso, me desgarra el alma... Sólo te pedí un cariño, un abrazo... ¿Esa es la amistad?... Los reproches podían esperar o podías aliviar mi dolor mientras disparabas contra mí, tu discurso.
Es mi error y créeme, ni un sólo juez, es mejor que yo misma... ¡¡Sólo un cariño!!!
¿Por qué haces caso omiso así a mi dolor?? ¿¿Por qué me empeño en rogar por lo que me niegas??
No, no vuelvas a hablarme de amistad, no... no vuelvas a contarme historias de amor...
Escogí mal, te escogí y fue un error. Sólo necesitaba consuelo, tus manos, tu abrazo...


"No tengo alas, para llevarte...
pero si faltas, amor, como salvarme???"

domingo, 14 de octubre de 2007

Promesas...

Se sentó en la roca más alta que encontró, se quitó las sandalias, le dolían los pies… había subido lo suficiente y se había visto en la obligación de quitarse los zapatos… nadie, ni siquiera con la habilidad que ella había desarrollado después de tantos años de haber vivido junto a ese monumental roquerio, hubiese podido hacerlo en esos zapatos.
Ya era tarde, el amanecer empezaba a asomarse, robándole los últimos respiros a la noche…

…Ojala el amanecer pudiera robarse también su dolor…

La luna se negaba a dejar de mirarse en el mar, plateando los peces que se elevaban sobre el agua. Esta vez la zona cero de la que tantas veces habían discutido, estaba asentada en su corazón destruido, otra vez, por los errores de su maldito instinto. Esta noche debía ser la noche más feliz de su vida, estaba convertida en una princesa, en ese vestido negro, todos los presentes se voltearon a verla, muchos hombres le sonrieron… pero ninguno era el que ella esperaba… su corazón se había elevado como la última bengala que fue lanzada al cielo, que se perdió en el firmamento, que hizo llover estrellas. Pero su luz duro tan poco como su ilusión… había esperado tanto tiempo este día …Dios, como he desperdiciado mi vida… su cabeza daba vueltas, desconcertada y embriagada por el champagne que aún sostenía en sus manos. Era la cuarta botella, pero sería la última, no podría levantarse por otra. Podría caer en el intento y romperse la cabeza …No pareció una mala idea… Sonrío amargamente, tenía una pequeña solución brillando en su mente, pero se sabía tan cobarde. Había luchado tanto, para hacer posible este día y él simplemente no se había presentado. El amor le había dado la espalda y se sentía tan sola. Habían hecho tantos planes, empezarían este año juntos, al dar las doce, el sería el primer abrazo… pero no llegó… A las doce, busco con la mirada a algún hombre tan desconcertado como ella, ese hombre dueño de todos sus sueños y sus esperanzas, pero al final descubrió que sólo le había mentido… Y huyó, no dio ni un solo abrazo, estuvo a punto de golpear a un hombre que la invitó a su mesa. Las luces aún estallaban en el cielo, las risas, las palabras de amor, las explosiones; todo desestabilizando su mente.

…Como dolía, saber que ese era el final…

Se puso de pie y sintió el desequilibrio provocado por tanto alcohol, subiendo y bajando por sus venas, el viento le desgarró la piel. Empezó a bajar con cuidado …no estoy tentando a mi destino, ni a mi suerte, sólo quiero sentir la brisa del mar… Llegó sin mucha dificultad, hasta esa roca plana, donde cabía justo su cuerpo tendido y sus pies podían tocar la espuma del mar furioso, el agua le salpicaba la cara …Tarde o temprano voy a morir, tarde o temprano la vida se me va a escapar… Sacó de su cartera su celular y su reproductor de música, apagó el primero, que sonaba insistentemente; encendió el segundo, se puso los fonos e hizo sonar el listado de canciones que él en todo este tiempo le había regalado.

…El alma empieza a abandonarme, con esta canción… sólo el antojo de tú dios.

Cantó en su mente, con los ojos cerrados, en una mano la botella casi vacía, en la otra su corazón roto…


Cielo azul respóndeme,
he de saber
por qué me diste a mí
tan triste papel.

Tanta luz no deja ver,
y tal vez
debieras darme a mí
lo que no tendré.

Mi destino cambió.
Quizás se enredó
al antojo de un Dios,
hiriendo mi corazón.

Y yo aquí hasta el final,
le soy fiel,
le doy mi vida,
donde esté,
noche y día,
y aunque sé
que mi ser jamás la alcanzará,
me da igual,
pues con sólo saber
que mañana la veré
me basta...

Sólo un Dios podría ser
tan vulgar
y a la vez tan cruel
por una mujer.

Y mi alma se cegó
sabe que jamás
podrá volver
a ver la luz del sol.

La amaré, la honraré,
sólo en sueños la tendré.
Sufriré, lloraré,
por su vida velaré.
Cuando muera moriré